Los presidentes Michelle Bachelet y Néstor Kirchner firmaron el martes el llamado a licitación internacional para el restablecimiento del ferrocarril que unirá a Chile con la Argentina a través de la cordillera de los Andes y que entraría en funcionamiento en diciembre de 2009.
Previamente, en un encuentro privado, ambos presidentes consideraron varios temas bilaterales, entre ellos seguramente el controversial del precio del gas argentino que adquiere Chile, que ha provocado roces entre los dos gobiernos.
Con una demora de una hora en el programa previsto, los dos mandatarios se reunieron pasado el mediodía en el establecimiento vitivinícola Trivento, adquirido por una conocida empresa de vinos de Chile, a 25 kilómetros al sudeste de esta capital provincial.
Los dos presidentes, en breves discursos, reiteraron la firme voluntad integracionista de sus países, a despecho de dificultades y desinteligencias que pudieran surgir en este empeño.
Este era un sueño de muchos años, que ahora estamos concretando, afirmó la mandataria chilena, al referirse a la rehabilitación ferroviaria transandina. En breve, vamos a pasar de una a tres alternativas de desplazamiento de la carga internacional entre nuestros países, que ha ido en aumento y que a veces no da abasto.
Recordó también que el restablecido sistema ferroviario estará en funcionamiento virtualmente todo el año, superando los problemas que ahora crea, en los pasos terrestres, las frecuentes interrupciones invernales causadas por las intensas nevadas.
Kirchner, a su vez, recordó que el primitivo ferrocarril trasandino fue inaugurado en 1910. Funcionó hasta que fue desactivado, para el tráfico de pasajeros, en 1979, y para las cargas cinco años más tarde, a causa del deterioro de sus instalaciones.
Una vez terminada, esta obra significará una importante avance en la integración física de la provincia argentina de Mendoza con la Quinta Región de Chile, dijo el presidente argentino.
Integrarse no es fácil, tiene sus idas y vueltas. Como se trata de compatibilizar intereses, es necesario discutir y acordar, a veces se disiente. Se trata de llevar adelante políticas conjuntas y eso no es fácil, añadió, en velada referencia a recientes desinteligencias surgidas en temas energéticos.
El ferrocarril trasandino, con una extensión de 225 kilómetros, restablecerá la conexión entre las localidades de Luján de Cuyo, en la Argentina, con Los Andes, en Chile. Se estima que demandará una inversión de casi 300 millones de dólares.
Posteriormente, Bachelet y Kirchner fueron agasajados con un almuerzo por el gobernador de Mendoza, Julio Cobos.
El encuentro sirvió para ratificar la alianza estratégica que ambos gobiernos han proclamado, en parte enturbiada por los reclamos chilenos por el precio del gas que adquiere en la Argentina, superior, según manifestó oportunamente Bachelet, que el previamente convenido con el gobierno de Kirchner.
Seja o primeiro a comentar